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Foto del escritorJavier Acosta Giangreco

La influencia de Sila Godoy en Flores y el camino al poema sinfónico.

Actualizado: 21 may 2021


Cayo Sila Godoy (1919-2014) fue un guitarrista multifacético, tal vez hoy se lo recuerde por su faceta de guitarrista investigador, y principal propulsor del resurgir de las obras de Agustín Barrios Mangoré.


En efecto fue así, Godoy consagro su vida al rescate de las obras de Barrios, pero también se desarrolló en diferentes ámbitos. Fue compositor, tuvo un lado pedagógico poco explorado, fue un notable arreglista y porque no, fue uno de los principales impulsores de varios compositores paraguayos aparte de Barrios.


Esto se puede ver en sus programas de concierto a lo largo de los años, donde se puede apreciar que él mismo siempre incluía obras de Flores, Barrios, Ampélio Villalba, Félix Pérez Cardozo entre otros.



Figura 1. Manuscrito de programa de concierto de Sila Godoy del 20 de febrero de 1947. Estrena varias piezas propias y gran parte del programa está integrada por composiciones nacionales. (Elisa Godoy 2011)


Aquí podemos destacar la entrañable amistad que tuvo con José Asunción Flores. Para entender esta historia tenemos que retrotraernos a los años 40. Flores ya estaba viviendo en Buenos Aires, luego de dejar el Paraguay en 1933 por recomendación de su amigo Manuel Ortíz Guerrero. Flores va a la capital porteña primeramente para reclamar sus derechos de autor de algunas guaranias, quien Samuel Aguayo estaba registrando en SADAIC y también porque en Buenos Aires Flores podría elevar el nivel y darle mayor proyección internacional a la guarania que quedándose en Paraguay.


Sila Godoy fue beneficiado por la beca otorgada por el presidente José Félix Estigarribia en el año 1939. Esto le permitió realizar su perfeccionamiento en guitarra clásica con la maestra Consuelo Mallo López. Está misma beca le fue otorgada a Flores.


Para la década del 40, el ambiente paraguayo en Buenos Aires era efervescente. Gran parte de los grandes intelectuales y artistas nacionales estaban haciendo carrera allí. Ya estaba creada hace unos años la Orquesta Ortíz Guerrero (1934) liderada por Flores quienes grababan música para las radios locales y discos de gran éxito. Esta agrupación integrada por músicos paraguayos, como Mauricio Cardozo Ocampo, Agustín Barboza y por músicos argentinos, entre ellos el cellista José Bragato.

Esta orquesta integro a todas estas figuras quienes atraían a otras como el poeta Carlos Abente, Augusto Roa Bastos y Sila Godoy.


Godoy era una figura distinta, él no venía del mundo del folclore. Fue tal vez de los primeros músicos paraguayos en imponer respeto tanto por su forma de hablar (entendido, culto y refinado) y desde luego, por su prodigioso talento en las seis cuerdas. Esta cualidad no lo llevo a ser un purista de la música clásica, sino todo lo contrario, él les dio refinamiento a muchas piezas populares arreglándolas en el lenguaje de la guitarra clásica, para luego ser interpretadas por él mismo.


Entendamos que, para aquella época, el músico no estaba bien visto a nivel social. Eran tratados de menos con el prejuicio que había sobre la vida bohemia. Sila Godoy imponía ese respeto, tanto en su forma de vestirse, su forma de hablar y los temas que trataba. Esto inspiro a muchos a seguir el ejemplo de qué se podía ser un gran artista en Paraguay siendo de otra manera.


Sus arreglos para guitarra eran sorprendentes y esto atrajo poderosamente a Flores. Según cuenta su hija Tania Godoy: “papá desafiaba a Flores con que podía tocar sus obras con guitarra sola y desde luego Flores quedaba sorprendido por la creatividad y el talento de Godoy”.

Los arreglos India, Ne rendape aju, Choli y Gallito Cantor fueron muy bien recibidos por Flores y estos acompañaron a Godoy en su extensa carrera como concertista.


Según menciona Sila Godoy en una entrevista, dice lo siguiente (Pecci 2011): “Yo llevaba la guitarra y Flores a veces tomaba mi guitarra y entonaba. Ahí apareció la melodía inicial de Ñemity que nos gustó muchísimo […] Flores me mostró que tenía un grupo de papeles de música y me dijo: “Estoy anotando todo, porque quiero ajustar con la poesía del doctor Abente”.


Sobre los arreglos de las obras de Flores para guitarra, Sila Godoy menciona (Pecci 2011): “[…] Yo trabajé meses. Pero estudie contrapunto y orquestación. Entonces yo apliqué eso y esos arreglos fueron los que impulsaron a Flores a arreglar sus obras. Me hacía llevar la guitarra y desmenuzar ese arreglo de India”.

Vemos en detalle para comprender mejor. Si hacemos una primera aproximación en las grabaciones notamos que la versión de India de Sila Godoy tiene una extensión de casi 6 minutos, comparando con la versión tradicional de Flores que está entre los 3 y 4 minutos. En el poema sinfónico posterior (versión ballet con coro), tendrá una extensión de 12 minutos.




Figura 2. India borrador del manuscrito del arreglo de Sila Godoy. Fuente archivo personal Tania Godoy.


Volviendo a la guitarra, es interesante mencionar la evolución guitarristica que hay en la música paraguaya respecto a los arreglos folclóricos de Godoy. No son simples transcripciones, sino que él mismo explora nuevas sonoridades y armonías no convencionales en obras de naturaleza armónica más simple.


Ese es el caso de Gallito Cantor (1947) donde inserta pasajes de virtuosismo con un uso armónico poco convencional en las guaranias.




Figura 3. Gallito Cantor pag. 3


De los pasajes más curiosos en cuanto la re-armonización propuesta por Godoy. Naturalmente, en la versión original de Flores, la armonización coincide con el diatonismo de la melodía que progresa por grado conjunto. Godoy reelabora el entramado agregando un bajo que desciende cromáticamente y un acompañamiento que se elabora mediante intercambio de voces, como se señala en el gráfico. La nota intermedia del primer acorde de cada compás coincide siempre con la última nota de la melodía. Así como la primera de la melodía con la última nota del acompañamiento. Este es un procedimiento compositivo propio de los corales de Bach que da mucho equilibrio a la polifonía.


Se puede clarificar el movimiento armónico de la siguiente manera:


Figura 4. Gallito Cantor síntesis.


El movimiento melódico se articula cada dos compases por movimiento contrario de las voces extremas. El bajo coincide en la primera frase, pero en la segunda desciende de manera uniforme hasta el Mi grave.

El cromatismo de Godoy no es un capricho, Flores ya lo inserta en la sección C de este kyre´y desde el plano melódico.


Figura 5. Gallito Cantor sección C.



Se puede notar aquí que a pesar de poseer algunos enlaces armónicos no del todo convencionales en este tipo de música, finalmente en la macroestructura armónica, no deja de ser un pasaje en la menor. Esto nos demuestra que a pesar de haber avanzado bastante en el lenguaje respecto a las tradicionales formas de la guarania, Sila Godoy no lleva a la guarania por los terrenos de la atonalidad como se suele sospechar. Para esto habrá que esperar a la figura de Nicolás Pérez González quien compone la primera guarania atonal en el año 1967 dentro de la Suite Mbaracapú para guitarra solista.


Estos arreglos no fueron meros pasatiempos de Godoy y Flores, sino que ambos estaban revelando un nuevo futuro para la guarania. Godoy, con sus arreglos ambiciosos, mostraron a Flores que su música podía sonar de otra manera. Una guarania con una armonía más trabajada y con mayor elaboración contrapuntística y así también, con una mayor extensión formal mediante variaciones y variaciones. Esto lo impulso a Flores a ir más allá y es justo en esa década cuando el creador de la guarania abandona el género canción para abocarse exclusivamente en su formación para llevar a la guarania al terreno del poema sinfónico. Así nacen los 12 poemas sinfónicos grabados en Moscú en la década de los 60.

El paso de Flores del terreno de la música popular a la música clásica tuvo múltiples causas y factores que coincidieron justo en aquella década del 40, cuando abandona todo tipo de encargos de canciones populares para encerrarse a estudiar las bases técnicas de la música universal, y así de esa forma, poder llevar a la guarania al plano orquestal. Decir que fue solo gracias a Godoy es una falacia. Pero si podemos decir que Godoy lo inspiro, tanto por su amistad, admiración mutua y por estos novedosos arreglos que Godoy tuvo la delicadeza de inclusive explicarlos a Flores como lo había escrito.

Estos arreglos deben ser tenidos en cuenta tanto para comprender el progreso de Sila Godoy en su faceta arreglistica y compositiva y para entender esta transición que tuvo Flores en los años 40.



Javier Acosta Giangreco

Asunción 20 de mayo de 2021



Bibliografía


Godoy, E. (2013). Cayo Sila Godoy 8 décadas de música y guitarra clásica. Asunción, Paraguay. Ed: Policarpo centro de servicios culturales


Pecci, A. (2016). José Asunción Flores Padre de la Guarania. Asunción, Paraguay. Ed: Congreso de la Nación, Centro Cultural de la República del Cabildo y Servilibro.


Pecci, A, (2011). Tributo a Flores. Asunción, Paraguay. Ed: Servilibro.



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