top of page
Buscar
Foto del escritorJavier Acosta Giangreco

Sinfonía para la ciudad de los muertos

Sobre la Sinfonía "Leningrado" de Dimitri Shostakovich

(comentarios sobre el libro de M.T. Anderson)



El 9 de agosto de 1942 la hambrienta orquesta de Leningrado, integrada por los pocos músicos que habían sobrevivido del estado de sitio que impuso Adolf Hitler en 1941, interpretaban por primera vez la obra cual le fue dedicada: la Séptima Sinfonía “Leningrado” de Dimitri Shostakovich.


Este fabuloso libro de M. T. Anderson no es solamente una descripción de aquel momento histórico, sino que nos brinda un contexto bastante exhaustivo de cómo se llegó a semejante barbarie que termino con la vida de 1.500.000 de leningradenses, siendo uno de los momentos más oscuros del siglo XX y de la segunda guerra mundial.




La séptima de Shostakovich es la banda sonora del asedio de Leningrado. En ella se plasman en notas musicales los diferentes estados de ánimo vividos por el compositor en el desarrollo de la guerra. Shostakovich se encontraba presente en la ciudad mientras era ferozmente bombardeada por los nazis, quienes pensaban conquistarla. Por orden de Hitler, se estableció el 9 de agosto de 1942, como fiesta de celebración en el salón de baile del Hotel Astoria.


El libro abre con una frase que se atribuye a Shostakovich: "Leningrado es la ciudad que Stalin destruyó y Hilter simplemente remato", esto nos da pie a entender lo que paso antes de 1941. La historia soviética es compleja y extensa, pero Anderson no se detiene a debatir el proceso, sino simplemente a narrar lo que ocurrió, acompañando en paralelo de una biografía de Shostakovich.


El compositor nacido en 1906 en la entonces San Petersburgo, la ciudad más occidental de la Rusia imperial, cual es cuna de grandes artistas y pensadores. El entonces Zar Nicolas II contaba con una pésima popularidad producto de su ineptitud como gobernante y el distanciamiento que tenía con su pueblo.  Esto llevo a un acelerado desgaste concluyendo con la famosa revolución rusa de 1917, cual dio por terminada la monarquía zarista, dando paso un modelo de gobierno que sería único en la historia, conformada por grupos marxistas que se hacían llamar soviets.


En 1922 se crea La Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS) con su dirigente, el camarada Vladimir Lenin a la cabeza. Anderson describe el periodo leninista como una década esplendorosa en el renacer de las artes rusas. Se quería desvincular al arte soviético del occidental europeo que se consideraba elitista, dando paso a una expresión más cercana al sentir de los obreros y proletarios. Igualmente, Lenin no consideraba que el proletariado fuese ignorante o de menor categoría, exigía que los artistas eleven el nivel de la clase trabajadora con obras que lo representen pero que no sean expresiones facilistas. La creatividad del arte soviético de la década del 20 fue asombrosa. El teatro, la poesía, la música, la danza, el cine estaban ligadas a una estética futurista donde se le daba gran valor a la maquina (herramienta de trabajo) ejemplo de esto vemos en la obra sinfónica “Fundición de acero” de Alexander Mosolov quien decía que la “orquesta debe convertirse en una fábrica” (p. 48), los cuadros de arte geométrico de Kazimir Malévich o la obra poética del gran Vladimir Mayakovski.


En este clima de efervescencia allá soviética creció el joven Shostakovich, y por supuesto que comulgo con sus pares en esta búsqueda de la estética de los trabajadores que pedía el partido. En esa época nace su primera sinfonía que fue un éxito y varias obras para piano donde se ve a un Shostakovich juguetón que usaba melodías grotescas infantiles, acompañadas de armonías disonantes y orquestaciones brillantes y estridentes.   


Stalin y El Gran Terror


En enero de 1924 muere Lenin y es sucedido por el entonces secretario general del comité del partido comunista, el camarada Iosif Stalin. El mismo no era el preferido de muchos poderosos del partido, ni tampoco por el propio Lenin que según dicen lo veía como una persona oscura y peligrosa. Stalin fue escalando y purgando su gobierno a fuerza de asesinatos y traiciones. Su visión de gobierno era mucho más radical que la de Lenin, el mismo quería que la URSS fuera una moderna potencia industrial. Esto le llevo a forzar a los obreros a una industrialización extrema y acelerada siendo la antítesis de lo que se les había prometido tras la revolución.liza pida ampo.

Para llevar a cabo su ambiciosa política de desarrollo Stalin opto por el control total de la población mediante el terror que fue en acenso para la década 1930. El esplendor estético de los artistas soviéticos de los años 20 ya había quedado atrás. Se dio lugar a una estética que ni el propio Stalin comprendía muy bien de que se trataba, el "Realismo Socialista". Los artistas que no seguían las líneas del partido sencillamente eran asesinados o llevados a los gulags (campos de concentración soviéticos). En esta época Shostakovich perdió a mucho de sus amigos y fue víctima de una persecución que lo llevo al borde del suicidio.


Las tensiones entre Shostakovich y el partido llegan a su grado más alto tras el estreno de su ópera Lady Macbeth del distrito de Mtsensk en 1934, cual Stalin la fue a escuchar dado que el joven compositor ya era muy popular en la sociedad soviética. Anderson narra que los nervios de la orquesta y el director ante la presencia del “Gran Guia” (como llamaban a Stalin) hizo que la orquesta tocara de manera forzada y estridente. Stalin salió diciendo que la opera era “caos en vez de música”. Este comentario basto para que la prensa local (diario Pravda) y la Unión de Compositores Soviéticos condenaran a Shostakovich como traidor de la patria.


Para finales de los años 30 Stalin ya había liquidado a toda la oposición dentro del partido, purgo a todo tipo de oposición dentro de la sociedad, mato en fusilamientos y provoco terribles hambrunas en el campo con sus planes quinquenales.


La vida de Shostakovich estaba siempre pendiendo de un hilo. Entablo una gran amistad con el Mariscal Tujachevski, un hombre fuerte dentro del partido y de los grandes estrategas soviéticos que alentó a Stalin a fortalecer su milicia en vista del ascenso de Adolf Hitler al poder en 1933. Stalin (que admiraba profundamente a su homónimo austriaco) comenzó a desconfiar de Tujachevski por su inteligencia y estrategia. Siendo uno de sus mejores hombres lo mando a matar en las torturas, quedando así la URSS sin una mente valiosa para la posterior guerra contra la Alemania Nazi y Shostakovich sin su protector.


Hilter orquesto un pacto de no agresión entre Alemania y la URSS en el año 1939 llamado Pacto Ribbentrop-Molotov. En realidad, fue una trampa, Hiltler necesitaba fortalecer sus ejércitos y para ello precisaba de suministros que importaba directamente desde la URSS. Stalin dio tiempo a Hilter entre el 39 y el 41 para que fortaleciera su ejército y luego lo atacaría por la espalda.


Sinfonía No. 5, el nuevo éxito de Shostakovich


Tras la censura de su ópera y de su reciente Sinfonía No. 4, Con todo el país en su contra Shostakovich se sumerge una profunda depresión. Poco a poco fue entendiendo de que se trataba el realismo socialista. Decide componer una obra que siguiera las líneas del partido pero que este enmascarado su descontento y sufrimiento.


Estrena la Sinfonía No. 5 en 1937. Para aquel momento ya la inmensa mayoría de soviéticos ya habían perdido a algún familiar o amigo tras las garras de las purgas de Stalin. El terror y el miedo eran generalizados. La Sinfonía No. 5 da música a esto, su inicio sombrío y melancólico conmueve a un público que se siente identificado con el carácter de la obra. El movimiento final culmina de manera vertiginosa, optimista y triunfante, es lo que el partido quería, obras que transmitan optimismo y alegría.


Shostakovich encontró en este modelo una forma de evitar la censura y transmitir sus emociones, de la misma forma conectar con el público. La gente sabía lo que el Gran Guía exigía, y entendían que ese cuarto movimiento era una máscara para expresarse con libertad. Al fin y al cabo, era la máscara que tenían todos... todos fingían ser ciudadanos felices, trabajadores y vigorosos.


La 5ta sinfonía fue un éxito rotundo, y el partido reanudo sus relaciones cordiales con el compositor. El mismo gozo de un periodo breve de tranquilidad hasta el verano de 1941 cuando finalmente Hitler ataca Leningrado.


El asedio a Leningrado


Los espías soviéticos ya alertaban a Stalin de la traición que se iba a cometer en la URSS por parte de los nazis, sin embargo, Stalin no les creyó y mando a fusilar a los espÍas por agitadores. El revés de Hitler dejo sin tiempo a Stalin para rearmar sus ejércitos. Los alemanes eran una maquinaria poderosa que destruía todo a su paso y avanzaba a gran velocidad. Para septiembre del 41, a solo dos meses del primer ataque, toman Leningrado. Se cortaron los suministros y se rodeo la ciudad con panzers y aviones nazis que bombardeaban sin parar. Era imposible salir y entrar de la ciudad, los leningradenses quedaron presos a los antojos de Hitler y su orden  era bien clara: BORRAR A LENINGRADO Y A SU GENTE DE LA FAZ DE LA TIERRA.


Las raciones de comida fueron limitándose con el paso de los meses. Se paso de 250 gramos de pan diario a 125 gramos a inicios del invierno. La comida se estaba acabando, no había combustible para calentar las casas y los bombardeos habían dejado los edificios en ruinas. El invierno más cruel de la historia de la ciudad estaba llegando con picos de -40 grados bajo cero. Con el paso de los meses la gente murió de frio, de hambre y por los ataques diarios por parte de los nazis.


En el fragor de la batalla Shostakovich no puede contener su necesidad de componer una obra que retratara lo que estaban viviendo. Compone los primeros tres movimientos en su piano de su casa en Leningrado al son de las balas y el hambre. Para noviembre del mismo año consigue escaparse a Moscú con su esposa e hijos, dejando a su madre y sobrinos en Leningrado. Cuando llega a Moscú los nazis comienzas a acercarse a la capital soviética. Por ello se ve obligado a migrar a Kuibishev en el vagón No.7 de un tren donde iban los artistas del Bolshói. Durante semanas se pasan viajando en condiciones extremas, incluso Shostakovich pierde por unos días la partitura de su nueva sinfonía que finalmente la encuentra en el baño cubierta de orín y materia fecal.


La sinfonía se salva de la escoria y al llegar a Kuibishev decide terminar el último movimiento de esta. Se estrena en Kuibishev en marzo de 1942 y se vuelve un gran éxito. Una obra que representaba de manera descarnada el sentimiento que movilizo esta guerra. Fue un momento decisivo en que los soviéticos comenzaron a dar el revés a los nazis. Hiltler quería tomar Moscú antes de la llegada del invierno de 1941-42, sabiendo que penetrar los vastos territorios soviéticos en temperaturas tan extremas sería muy difícil por parte de su ejército. La resistencia del pueblo ruso hizo que los nazis vayan perdiendo ritmo y se quedaron varados en el gélido invierno que comenzó a matar soldados alemanes por diversas enfermedades y falta de suministros.


Para lograr la contraofensiva Stalin necesitaba ayuda de los aliados. Aquí se abre un largo capítulo de colaboración entre la URSS y los EEUU, que fue mucho mas difícil de lo que se creía, dado que la población americana miraba con buenos ojos que Stalin vaya perdiendo en la contienda. Significaría el final de su tiranía. El repentino apoyo de Francklin Roosevelt al gobierno soviético trajo muchas pujas y problemas internos dentro de los EEUU. La sinfonía de Shostakovich sirvió como un arma de persuasión. La idea fue estrenarla en los EEUU para que los americanos se conmuevan y vean que los soviéticos son seres civilizados que incluso componen sinfonías en plena guerra. El plan tuvo resultado, y Shostakovich se volvió una celebridad llegando incluso a ser tapa de la revista Time.




 

El heroico estreno en Leningrado


Todo el mundo disfrutaba de la grandiosa nueva sinfonía de Shostakovich, pero no se había tocado aun en su ciudad asediada a la que le fue dedicada. Para 1942 habían muerto mas de un millón de rusos en Leningrado. El hambre y el frio hizo que la gente comience comiendo hojas de libros, hirviendo ropa, pegamento de las paredes, y cuando todo esto se acabó se comieron a sus mascotas y finalmente cuerpos humanos. El canibalismo se volvió una práctica normal de subsistencia y la ciudad estaba repleta de cadáveres. La gente estaba tan débil que ni se tomaban la molestia de enterrar a los cuerpos. Con el gélido invierno los cuerpos permanecían en la calle congelados.


Para finales del invierno de 1942, se comenzó a hablar de estrenar la sinfonía en Leningrado para alentar a su población. Lo que paso a continuación es un acto de heroísmo poco conocido en la historia. El director de orquesta a cargo fue Karl Eliasberg quien fue juntando a la orquesta persona a persona con el fin de que volvieran a trabajar. Mas de la mitad de esta ya había muerto desde que comenzaron los ataques. La enorme sinfonía de Shostakovich necesitaba al menos 100 músicos en escena. Eliasberg se rebusco como pudo con diferentes músicos de la ciudad. Finalmente llega el primer ensayo que estaba previsto que dure 2 horas y termino durando solo 15 minutos.


Los músicos estaban demasiado débiles como para tocar, los vientos no sonaban por falta de fuerza en los pulmones y todo fue un caos. Poco a poco con mucho esfuerzo y tras algunas muertes entre ensayos, la obra se terminó de montar y se presentó el 9 de agosto de 1942 con una orquesta famélica y debilitada pero convencida de su rol de alentar a su gente a resistir. Que la vida triunfa siempre después de la muerte, que estaban vivos y nadie los iba a borrar de la faz de la tierra. Dentro del publico estaban personas que prefirieron cambiar su ración de pan del día por una entrada al concierto.


La séptima sinfonía de Shostakovich le devolvió el orgullo y la esperanza a su gente. Tenían su propia sinfonía para la posteridad, nadie les borraría. Con los meses los alemanes fueron entendiendo que ya no sería posible borrar a Leningrado y que no tomarían nunca la URSS hasta caer por manos del ejército rojo en Berlin el 8 de mayo de 1945.


Un guiño al Paraguay....


Según los datos del libro, dentro del estreno de la Séptima en Leningrado, estuvo presente un niño de 11 años que había resistido el hambre y la guerra. Amaba la música y este concierto seria revelador para su futuro. Se llamaba Yuri Aranovich, que seria luego el director de la Orquesta de la Radio y Televisión Soviética estrenando las guaranias sinfónicas de José Asunción Flores entre 1950 y 1960. Aranovich fue el puente entre dos creadores que buscaban ser la voz de su pueblo a traves de paginas sinfónicas de gran calidad, siempre bajo la atenta mirada de gobiernos autoritarios.


El libro de Anderson no solo muestra la vida de Shostakovich y sus luchas por sobrevivir y seguir haciendo música pese a haber vivido en carne propia toda la fuerza de los dos dictadores más poderosos y sanguinarios del siglo XX. Su música fue su propia arma, tan poderosa que ni el propio Stalin ni Hiltler pudieron borrar de la historia su legado musical que permanece hasta hoy.

 

No dejen de leer el libro.


¡¡Aqui la pueden escuchar!!



Con auriculares o buenos parlantes 🎧🎧 siempre es mejor.






 

 

 

189 visualizaciones0 comentarios

Entradas recientes

Ver todo

Comentários


bottom of page